martes, 24 de enero de 2017

LENGUA ORAL Y ESCRITA. LA CONVERSACIÓN Y LAS TECNOLOGÍAS. VARIEDADES DE LA LENGUA


Comunicación oral y escrita
Ya hemos hablado de que la capacidad humana de comunicarse se manifiesta primeramente en la lengua oral y para muchas sociedades es la única forma de comunicación. Pero las sociedades letradas cuentan además con la lengua escrita, la codificación signada de la lengua oral, y nos es imposible imaginar la vida cotidiana sin ella. La escritura surgió de la necesidad de preservar la información y la experiencia a través del tiempo y la distancia. De esta forma tenemos dos tipos de comunicación, la oral y la escrita, que tienen características propias que las definen y diferencian, y a la vez rasgos comunes. Mientras la lengua oral es inherente al humano, el aprendizaje de la lengua escrita es un proceso largo que se va perfeccionando. Así, con el tiempo, aprendemos a adaptar nuestros escritos a la situación comunicativa, al igual que lo hacemos con la lengua oral.
Cada una de las variedades tiene géneros específicos con normas y recursos que los caracterizan. Además lengua escrita y la oral se mezclan en muchas ocasiones, y hoy en día, con el uso de las nuevas tecnologías, vemos cómo en ciertos ámbitos (foros, chats, redes sociales, etc.) aparece la lengua escrita con rasgos propios de la oralidad. En este apartado vamos a definir todas estas cuestiones.
Características de la lengua oral y la escrita
En este cuadro puedes comparar la lengua oral y la escrita. Aunque las dos son manifestaciones de la lengua, presentan diferencias:

- TRABAJO EN LA CARPETA
- SUBRAYA CON UNA LÍNEA LAS CARACTERÍSTICAS DE LA LENGUA ORAL Y CON DOBLE LÍNEA, LAS DE LA LENGUA ESCRITA. REALIZA UN CUADRO COMPARATIVO.


    LENGUA ORAL Y LENGUA ESCRITA   
  1. Se manifiesta a través de signos: canal visual.
  2. Es inmediata, efímera y espontánea: no requiere planificación previa y lo dicho no puede ser modificado.
  3. Se manifiesta a través de sonidos: canal auditivo.
  4. Emisores y receptores suelen encontrarse en el mismo lugar y tienen un número determinado.
  5. El emisor y los receptores pueden estar separados tanto en el espacio como en el tiempo. El número de receptores puede ser ilimitado.
  6. Uso códigos no verbales (código proxémico: distancia entre los hablantes; código cinético: gestos, lenguaje corporal, muecas, etc.) para reforzar el mensaje.
  7. Es diferida, ha de ser planeada y perdura en el tiempo: la escritura requiere planificación y estructuración. El texto puede ser corregido.
  8. El registro suele ser formal y el lenguaje refinado.
  9. Abunda la coordinación y el léxico es limitado y repititivo.
  10. No se hace uso de recursos no verbales, aunque en el mensaje pueden influir elementos como el soporte (papel, medios electrónicos), el formato (anuncio, libro,...) la tipografía, aparición de imágenes, etc.
  11. Es frecuente el registro coloquial: es la lengua de la vida cotidiana. El lenguaje es menos cuidado.
  12. Forma parte de la cultura de la comunidad en que fue creado.
  13. El mensaje se repite varias veces, se añaden detalles.
  14. Prevalece la economía del lenguaje.
  15. Refleja el nivel cultural del emisor.
  16. La sintaxis es más elaborada, uso de subordinadas. El léxico es más escogido y variado, evita la repetición. Respeto de las normas ortográficas y gramaticales.
Conversación y la tecnología

La inmediatez y los avances tecnológicos está dando nuevamente protagonismo a la palabra escrita.
El contexto informal, hace que olvidemos la corrección a la hora de escribir. Sin embargo, debes tener en cuenta que hay contextos for-males que exigen máxima corrección lingüística.
En realidad, más que de incorrecciones hay que hablar de las omisiones; por ejemplo, no tener en cuenta la estructura del texto como saludos o despedida cuando escribimos un correo electrónico. La carta, enviada por correo postal y tal como se concebía en el siglo pasado, está desapareciendo, o siendo sustituida por otro tipo de mensajes, que emplea nuevos medios tecnológicos (e-mail, WhatsApp, sms, etc.). No obstante, la estructura de aquella es válida para estos nuevos formatos.
El tono y la expresividad tienen un papel preponderante en una conversación cara a cara; no solo porque el hablante deja traslucir sus sentimientos, sino también porque empleas recursos no verba-les, como son los gestos, los movimientos… En los medios digitales, esta expresividad de la lengua oral se suple con otros recursos como emoticones.
En El libro del español correcto, la RAE ofrece algunas recomendaciones a la hora de participar en conversaciones a través de chats, foros, blogs y otros medios digitales:
 Brevedad en lo que escribimos.
 Claridad.
 Utilizar hipervínculos para facilitar al interlocutor el trabajo.
 Seguir la estructura conversacional: saludo, despedida, frases de cortesía, etc.
 Moderar el empleo de abreviaciones como x ‘por’ o xa ‘para’, y emplearlo solamente en textos informales.
 Moderar el empleo de emoticones, restringidos a un uso infor-mal de los medios de comunicación tecnológicos, etc.
 Moderar el uso de onomatopeyas.
 No eliminar las tildes, especialmente en los textos de carácter formal.
 Respetar el empleo de los signos de puntuación, que facilitan la comprensión del texto a nuestro interlocutor.
 No abusar de las letras mayúsculas. El abuso se relaciona con el grito en el habla.
 Si cometemos un error en un mensaje de un chat, conviene en-viar otro haciendo notar dicho error y corrigiéndolo.
 No olvides que si citas a otra persona, o reenvías su mensaje, de-bes hacer constar que esas palabras no son tuyas utilizando las comillas.
Debes tener presente que las intervenciones en foros, blogs o redes sociales pueden ser leídas por otras personas a las que no iba dirigi-do el mensaje. La forma en que nos expresamos, como nuestra apa-riencia física, ofrece información sobre nosotros mismos.

Conversación: es el único texto oral no planificado.
A pesar de ser un texto no planificado, la conversación tiene una estructura muy similar en todos los casos:
 Apertura. Generalmente es un saludo o una llamada de atención para iniciarla.
 Desarrollo: los participantes en la conversación intervienen, por turnos, y van introduciendo los temas. Las preguntas son muy fre-cuentes en este momento.
 Conclusión: se da por terminado el tema, con alguna frase.
 Cierre: suele haber alguna fórmula de despedida.
La conversación oral se puede mantener cara a cara, pero también a través del teléfono. En la sociedad actual, la conversación ha sufrido algunas modificaciones, debido a los avances técnicos. Todos conocemos conferencias virtuales, conversaciones por medio de Skype, hanghouts. El léxico que empleamos en una conversación es pobre:
 Está lleno de palabras comodines, coletillas e incluso refranes.
 Las repeticiones son constantes.
 Se emplean vulgarismos e incluso se cometen incorrecciones.
 Se dejan las frases sin terminar. Hay frecuentes omisiones en el discurso que se completan con el contexto.
 Hay gran profusión de diminutivos o despectivos.
 Se emplean localismos o dialectalismos.


Lenguas y variedades
Las diferentes circunstancias sociales, geográficas, de situación e incluso individuales contribuyen a que existan diferentes formas de usar el código de una lengua. Hay tres tipos de variedades:
 Variedad geográfica (dialectal, diatópica, geolecto o dialecto). Originadas por la diferenciación de una lengua en las distintas zonas del territorio. Así hablamos del español de Madrid, del es-pañol de Murcia, del español de La Mancha… Si la diferenciación es mayor, pero sin llegar a separarse del código común, hablamos de dialecto.
 Variedad social (diastrática o sociolecto). Estas vienen determi-nadas por las diferentes características de los grupos sociales: su edad, su hábitat rural o urbano y su educación letrada o iletrada. Aquí usaremos siempre el término NIVEL y distinguimos:
Nivel letrado culto: el que se vale de mayor precisión léxica y de uso de términos abstractos, mejor estructurado sintácticamente, gran variedad de conectores y un cuidado especial en la pronun-ciación y en la entonación.
Nivel letrado medio o estándar. Adopta las exigencias normativas, pero es menos meticuloso y rígido que el anterior. Es la variedad que se ajusta a la norma o conjunto de usos tomados como modelo de comportamiento lingüístico. Se difunde a través de la enseñanza y los medios de comunicación.
Nivel popular. Se caracteriza por la expresión de la subjetividad mediante aumentativos, diminutivos (“¡Vaya cochazo!”); interrogaciones retóricas (“¿Qué me dices?”); afirmaciones y negaciones enfáticas (“de puta madre”, ¡Pues sí, hombre!, ¡Claro, faltaría más!); la apelación al oyente (“Mira, cariño”); y la economía del lenguaje mediante acortamientos (“cole”, “peque”); empleo de comodines (“¡Dame ese chisme!”) y muletillas (“Y yo le dije, ¿no?, que si quería...”).
Nivel iletrado o vulgar, en el que el hablante descuida la lengua no voluntariamente sino por falta de instrucción. Nos referimos a cier-tos usos incorrectos, anómalos o al margen de la norma estándar y de las normas regionales.
 Variedad situacional (estilística, diafásica o fasolecto). Determina-das por las distintas situaciones comunicativas para el hablante: contexto formal (conferencia, entrevista de trabajo, etc.) requiere un registro diferente al de una conversación entre dos amigos, por ejemplo. Podemos mencionar dos registros existentes:
Formal: un ritual, en un examen, en una conferencia, petición en una ventanilla, presentación de un desconocido, etc.
Informal (coloquial o espontáneo). Se corresponde con el grado cero de planificación y se suele dar en situaciones de confianza (entre amigos, familiares, etc.). Los rasgos son los mismos que para los niveles culto y popular, respectivamente.
Jergas y lenguajes especiales

Jerga es el conjunto de formas de expresión características de un grupo. Así tendremos:
Las jergas profesionales o lenguajes especiales, que están dentro de los fasolectos. Por ejemplo la jerga de la medicina, el lenguaje administrativo-jurídico, el lenguaje periodístico-político, la jerga taurina, la jerga futbolística, la jerga de los móviles y del chateo, etc.
Las jergas propias de un grupo social. Por ejemplo el de la delin-cuencia (o lenguaje de germanías); el lenguaje de los jóvenes, etc. Todas tienen que ver con los sociolectos porque no se corresponden con una situación sino con los rasgos sociales del grupo.


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